La seleccion argentina empató 1 a 1 con Paraguay. Lo que podría haber sido una tarde de fiesta celeste y blanca, se transformó en un calvario. La lluvia, el gol en contra de Heinzen a los 13 minutos, la lesión de Abbondanzieri y la expulsión de Tevez fueron el reflejo de una tarde de terror para el Coco Basile. Sin embargo, el empate llegó en el inicio del complemento, con un gol de Agüero, quien fue ovacionado en el cierre del partido. El miércoles, a las 23.30, Argentina enfrenta a Perú.
Todo estaba preparado para pasar una tarde a puro fútbol, la Selección despertó muchas expectativas en el público , el cual agotó las entradas y llenó el Monumental a pesar del mal tiempo. La propuesta era atractiva. Argentina no sólo enfrentaba al líder de las Eliminatorias, sino también el rival al que no logra vencer de local desde hace 35 años. Todo estaba preparado para festejar, pero en sólo doce minutos esa emosión y la esperanza de poder terminar con la mala racha quedaron en el olvido. El error de cálculo de Heinze y el amague de Abbondanzieri hicieron desaparecer la ilusión.
"La expulsión de Tevez nos complicó todo", dijo Basile tras la igualdad. Pero a pesar de que el 1-0 había modificado los planes de despedirse con una victoria ante la Albirroja, como aquel 7 de octubre de 1973, la roja que se ganó Carlitos Tevez, contribuyó al negocio que tenía en mente Paraguay. Un jugador de menos, el resultado que no servía y la necesidad de dejar la vida en la cancha fueron la mezcla perfecta para que los nervios sea el protagonista de la cancha.
Basile luego del entretiempo buscó algunas variantes y cambió a Di María por Agüero y también ingresó Daniel Díaz por Heinze. El cambio del Coco tuvo efecto porque el Kun entró afilado y supo definir, tras una buena conbinación entre Messi y Riquelme, para decretar el empate.
Sin embargo, no todo está perdido, al Coco le quedan cuatro días para probar nuevos rumbos en este equipo que esta tarde lo perdió y poder darle una alegría a la gente que hoy quedó defraudada.
Melina Abálsamo
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