El único del plantel que dio la cara fue Ferrari y se animó a hablar luego del 0-1: "Es lógico que la gente esté enojada", dijo. Los hinchas al ver que el equipo no podia dar vuelta el resultado comenzaron a hacerse sentir: cerca de un centenar se manifestó en el hall finalizo el partido, pidió por Ortega y exigió la renuncia de Aguilar. En tanto, el Cholo Simeone se juega con todo para la Sudamericana, pero dejaría de ser el DT si no la gana.
En La Boca se clausuró el cabaret, al menos por el momento, con el 1-0 en el Monumental. En cambio, en Núñez se reinauguró el circo romano. Los jugadores, a excepción de Paulo Ferrari, no dieron la cara al finalizar el partido. Los hinchas decididos a ser escuchados, coparon el hall del club a puro grito contra el presidente José María Aguilar y para colmo, Diego Simeone no dejó claro en conferencia de prensa que tenga ganas de seguir conduciendo a este River.
Primero salieron los más pibes, Mauro Díaz y Andrés Ríos. Ambos con su mirada al piso, sin dar ningun tipo de declaraciones a los periodistas, se dirigieron derecho al estacionamiento. Después fue el turno de Augusto Fernández y el silencio reinaba en el Monumental. Salieron Gustavo Cabral, Sebastián Abreu (que acompañó al plantel) y Diego Buonanotte, y parecía una película de terror, el silencio acompañaba a cada uno de ellos. Y cuando los periodistas resiganados comenzaron a levantar campamento, Paulo Ferrari, casi de compromiso, fue el único que frenó: "Es lógico que la gente esté enojada", tiró, autocrítico. El resto del equipo salió "por el otro lado", según contaron los encargados de la seguridad, y esquivaron a las cámaras.
Durante el partido la gente pasó por varias sensaciones. Al principio estaban esperanzados con que su equipo pueda levantar cabeza y "salvarse el año", luego comenzó la bronca e hirvió el gallinero. "Jugadores... la c... de su madre, a ver si ponen huevos... no juegan contra nadie", fue el grito de guerra más duro que bajó de la popular local. Con la derrota consumada y esperando el partido de Central para ver si quedaban últimos en la tabla, un centenar de hinchas se juntaron en el hall del club. "Se va a acabar, la dictadura de Aguilar", y el clásico "Orteeeega... Orteeeega...", rugieron contra la vitrina de trofeos del club.
Por último, lo más picante. La conferencia de prensa de Diego Simeone dejó más dudas que certezas. El Cholo iba a contestar nada más que cinco preguntas y a los medios que trasmitían en vivo. Pero al final terminó hablando de más... Que el miércoles por la Copa van a jugar los que "entiendan" que hay que poner... Que "gracias a River por la oportunidad", sonó a despedida. Contó que tras el partido ni pasó por el vestuario para que los jugadores "estén tranquilos y entre ellos", para que se miren a las caras. Y al final quedó la sensación que las energías del Cholo se agotaron. Apuntará a la Sudamericana, pero una eliminación ante Chivas terminaría con el ciclo del entrenador en Núñez.
Mientras en La Boca todo es una fiesta, en Nuñez comenzaron las dudas y aparece el fantasma de un nuevo técnico. Cómo seguirá esto??? Lo sabremos después del miércoles donde River se enfrente al Chivas por la Sudamericana.
Por Melina Abálsamo
