Racing le ganó 4 a 1 a Rosario Central en Avellaneda. En su mejor actuación desde hace mucho tiempo, el quipo de Llop consiguió un gran tirunfo e hizo delirar a su gente que terminó ovacionandolos al canto de...VAMOS VAMOS LOS PIBES!!!
Este es el nuevo Racing, donde busca, mete, gusta y hasta se da el lujo de golear. Todo era una fiesta, y los Canallas estaban para cualquier cosa... hasta Maxi Moralez, es más chiquito de la Academia, metió un gol de cabeza que luego fue anulado.
Los goles los convirtieron Maxi Moralez (2), Zuculini y Luguercio. Para Central descontó el Kily Gonzalez de penal.
El encanto y el enamoramiento que tienen los hinchas con sus jugadores afianza el presente. Porque estuvieron en las malas y ahora ovacionan el esfuerzo, la entrega y el juego. Pasó de ser ese Racing laburante sin recompensa, que nadie apostaba por este equipo cuando arrancó el campeonato, a este Racing de brillo que de a poco va consquistando y enamorando corazones. Sin ropa, con lo puesto, ganando partido tras partido con disimulo sin llamar demasiada la atención, se las ingenia para lucir de otra manera este plantel escaso de profesionales, pero con la camiseta bien puesta que se recuesta en los pibes.
Todo esto se valora en la tribuna y ofrece una reputación distinta. Porque este Racing juega con estilo ante Central. Tiene contundencia en su fútbol, al margen del cuarteto de goles. ¿Tanta diferencia hay con la actuación del San Lorenzo de las constelaciones? La diferencia, quizás, es que sus futbolistas son universitarios en esto de la pelota, mientras que en Avellaneda cursan materias del secundario. Estos chicos que se juntaban en el famoso pasaje Corbata donde alguna vez patiaron la pelota sobre el empedrado y ahora están haciendo un trabajo de Historia. Es Racing, son sus orígenes.
Por Melina Abálsamo
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